Canciones de Paul McCartney con dos acordes: el arte del minimalismo pop a sus 83 años

Canciones de Paul McCartney con dos acordes: el arte del minimalismo pop a sus 83 años

Dos acordes y un universo sirven de brújula esencial para que McCartney redefina el pop cada vez que pulsa una cuerda.

Hoy 18 de junio el ex Beatle llega a sus 83 años; por eso lo homenajeamos con tres canciones donde Paul McCartney demuestra que la sencillez de usar apenas dos acordes puede estallar en dinamita pop. Presentamos tres ejemplos —uno con Wings, otros junto a Lennon— donde apenas dos acordes bastan para levantar monumentos melódicos.

1- “Eleanor Rigby” – Revolver (1966)

“Eleanor Rigby” (Do ↔ Mi) nació cuando Paul perseguía un “cuento corto” sobre la soledad londinense; aunque figura como Lennon-McCartney, la idea, la melodía y casi toda la letra son suyas. George Martin envolvió el tema con un octeto de cuerdas al estilo Bernard Herrmann y, sobre ese doble eje armónico, McCartney desliza coloraciones —Em7, Em6 e incluso un insinuado Em5+— que siguen ancladas en el Mi y multiplican la sensación de claustrofobia mientras la voz serpentea por notas que estiran la tensión.

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2- “Paperback Writer” – Single (1966)

Conducía de Londres a Weybridge cuando imaginó a un escritor de segunda suplicando al editor que publicara su novela: así nació “Paperback Writer” (Sol7 ↔ Do). Aunque el crédito oficial dice Lennon-McCartney, Paul llevó el volante y ancló el tema en esos dos acordes dominantes que se persiguen como un resorte rítmico. Para potenciar el golpe, el ingeniero Geoff Emerick ideó un truco pionero: usar un altavoz como micrófono y capturar así el Rickenbacker de McCartney con un grave arrollador. Sobre ese colchón, armonías a cuatro pistas pulen el estribillo y transforman la sencillez armónica en un torbellino veraniego.

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3- “Helen Wheels” – Wings (1973)

“Helen Wheels” (La ↔ Mi) rinde tributo a la Land Rover que trasladaba a los McCartney por Gran Bretaña —“Hell‑on‑Wheels”, de ahí el juego. Grabada en AIR Studios con Linda y Denny Laine, combina estrofas en La y estribillos que resuelven en Mi para imitar la sensación de carretera abierta. Créditos: Paul &  Linda McCartney.

Tres trucos que elevan la simplicidad

McCartney reveló a Guitar Player que, tras la apariencia de minimalismo, él y los Beatles cultivaban tres obsesiones que siguen sonando frescas seis décadas después:

– Repertorio inesperado. En los clubes de Hamburgo elegían lados B y estándares olvidados; ese instinto de nadar contra la corriente forjó un radar melódico que luego aplicaron a sus propias canciones.

– Grabar “en rojo”. Empujaban válvulas y cintas hasta el clip deliberadamente: la compresión natural, la distorsión sutil y el hiss analógico añaden pegamento y carácter que ningún plugin logra clonar.

– Bajo melódico. Paul usaba su Höfner como una segunda voz: movía la nota grave fuera del acorde para insinuar armonías fantasma, creando la ilusión de un tercer acorde sin alterar la progresión.

Lo que enseñan estas tres piezas

  • La economía armónica dispara la imaginación melódica y tímbrica.
  • Limitarse a dos acordes obliga a la letra y la interpretación a llevar la narrativa.
  • McCartney demuestra que la innovación no siempre nace de la complejidad, sino de pulir lo esencial.

¡Feliz cumpleaños, Macca, y gracias por recordarnos que menos puede ser muchísimo más! Canciones de Paul McCartney con dos acordes

Este artículo es un contenido de NoEsFm